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Rúbricas de evaluación

La evaluación es un proceso a través del cual se pretende reunir información sobre el impacto del cambio experimentado por el alumno en su aprendizaje. Puede ser:

  • Diagnóstica, que se desarrolla al comienzo de la actividad. Por ejemplo, un cuestionario con Kahoot o Socrative, del que se ha hablado en capítulos anteriores.

  • Formativa, que se desarrollará a lo largo de la actividad o el curso académino.

  • Sumativa, que se realizará al final del proceso.

Una rúbrica es una guía sencilla pero precisa y objetiva a la hora de valorar y evaluar el aprendizaje del alumno. Es una tabla de doble entrada en la que se desglosan los criterios a valorar de este proceso de aprendizaje y el nivel alcanzado de cada uno de ellos. Se caracteriza por facilitar la objetividad en la evaluación, ser coherente con los objetivos que se persiguen alcanzar y marcar una serie de niveles de adquisición de los criterios de forma clara. Es bueno facilitar la rúbrica de cada actividad a los alumnos en el momento en el que se les encomienda su realización. De esta forma pueden identificar desde el comienzo qué deben realizar y cómo va a ser valorado. 

Los niveles que pueden fijarse para evaluar cada criterio van desde el nivel inicial al nivel experto. Pueden marcarse los niveles que el profesor considere oportunos (normalmente 4 ó 5). Como la evaluación deberá concluir con una nota numérica, es importante que la suma de la puntuación máxima de todos los criterios sea igual a 10 o establecer una regla de tres que facilite este aspecto.

Para elaborar una rúbrica es importante seguir una serie de pasos básicos, como son los que se muestran en el video que acompaña al texto.

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